Descripción: 

Deolinda Correa: La terrible realidad de una historia de amor de una esposa fiel que prefirió morir antes que perder a su esposo, y de una madre que aun muerta siguió alimentando a su hijo.

Deolinda fue una mujer cuyo marido, Clemente Bustos, fue reclutado entre 1835 y 1850 hacia las guerras civiles.

Deolinda Correa: La terrible realidad de una historia de amor de una esposa fiel que prefirió morir antes que perder a su esposo, y de una madre que aun muerta siguió alimentando a su hijo.Deolinda fue una mujer cuyo marido, Clemente Bustos, fue reclutado entre 1835 y 1850 hacia las guerras civiles.La familia vivía en la ciudad de Angaco provincia de San Juan. El ejército montonero que viajaba a La Rioja obligo al marido de Deolinda a unirse contra su voluntad. Esto hizo que Deolinda angustiada por su marido y a la vez huyendo del acoso del comisario, decidió ir tras él.Deseando reunirse con su marido en La Rioja tomo a su hijo lactante José Amador. Y siguió las huellas de las tropas por los desiertos de la provincia de San Juan llevando solo algunas provisiones como: pan, charqui y agua. Cuando se le terminaron las provisiones, Deolinda se cobijó debajo de la sombra de un algarrobo con su pequeño hijo. Allí murió a causa de la sed, el hambre y del agotamiento.Al día siguiente unos arrieros pasaron por el lugar, y encontraron el cadáver de Deolinda junto a su hijito que seguía vivo, amamantándose de sus pechos, de los cuales aún fluía leche. Los arrieros la enterraron en el paraje y se llevaron consigo el niño.Más tarde, dice la leyenda, otro arriero que había perdido su ganado encuentra la tumba de Correa y empieza a rezar para encontrarlo. Su voto se satisface y la noticia se difunde y mucha gente  va a pelegrinar. ¡LA LEYENDA DE LA DIFUNTA CORREA Ha COMENZADO!Sin embargo, otra leyenda es instalada 50 años más tardes cuando el gaucho Don Pedro Flavio Zevallos, hombre conocido por el oeste argentino. Encargado de llevar 500 cabezas de ganado hacia Chile. Se instala una noche en los parajes cuando surge una tormenta que se lleva todo el ganado.Queriendo preservar su fama, siendo la pérdida del ganado su peor deshonor. Escucha entonces la historia de otro gaucho que lo acompaña y que le habla a la cruz que corono la tumba de la difunta Correa. Se dirige a allá para recogerse y prometer que, si encuentra su ganado, hará construir una capilla. El milagro ocurre ya que Don Pedro encuentra su ganado agrupado en una loma. Sin ninguna pérdida. Desde entonces el lugar donde se encontró el ganado tomo el nombre de Cuesta de la VacasUna vez el ganado vendido en chile Don Pedro regresa para cumplir su palabra y construye, la primera capilla sobre la tumba de la difunta Correa. La historia dio la vuelta en toda Argentina, Chile y parte de Sudamérica. Y ya para lo largo del siglo XIX, gauchos y otros escoltas de ganado iban a buscar protección a cambio de una promesa.A lo largo del siglo XX, el lugar ha tomado importancia, aunque la iglesia no haya reconocido la difunta Correa. Miles de Argentinos vienen a pedir protección una primera vez y luego regresan con una ofrenda en signo de agradecimiento. Esta ofrenda puede tomar el aspecto de una maqueta de una casa si el voto concernía un alojamiento, o una foto de una tienda, de un caballo o una carrera, de un camión o de una copa de futbol, etc.Y a largo del tiempo otras capillas se abrieron sobre temas precisos: la capilla del deporte, la de la policía, del ejército, la de la novia, de los constructores... en un total de 30 capillas existen hoy en día.Una pequeña ciudad empezó a formarse en pleno desierto, ya que restaurantes y vendedores de recuerdos se instalaron. Pero el lugar más visitado sigue siendo la sima de la colina donde murió la difunta Correa, que se alcanza por una escalera donde se instalaron los miles de matriculaciones de autos “protegidos”. La estatua representándola muriendo amamantando a su hijo recibe la visita de miles de pelegrinos cada año.El mismo está ubicado en la localidad de Vallecito, al sureste del departamento Caucete, a 34,4 Km en dirección de la ciudad de Caucete, casi al centro sur de la provincia de San Juan. En el centro oeste de argentino.Al santuario se accede por la Ruta Nacional 141, donde está un camping al aire libre, un hotel, restaurantes y comercios regionales y de todo tipo.Junto al santuario de San Expedito, en Bermejo y San Ceferino en Villa el dominguito. Conforma la ruta de la Fe, como turismo temático en San Juan.
Escuela Secundaria Provincia de Tucumán