Al principio la plaza Libertad tenía árboles altos, y frondosos: casuarias, gravileas, jacarandaes, magnolias era una especie de bosque, fresco y acogedor durante en día, sombrío al atardecer y tenebroso por la noche ya que el alumbrado público era casi inexistente, florecido en colores en la primavera.
Hasta 1923 un molino de viento levantaba su estructura frente a la casa municipal y estaba rodeada por un tejido para evitar la entrada de vacas y caballos que circulaban por las calles. Cuatro molinetes en las esquinas, permitían acceder a ella.